Todo responsable de la gestión de la farmacia tiene que tener en mente 3 objetivos fundamentales e íntimamente relacionados.
Aumentar las ventas (incrementar la facturación)
Mejorar el margen
Incrementar el ROI (La rentabilidad)
Para aumentar las ventas, tengo que conseguir que vengan más clientes y/o que compren más, tan sencillo y tan complicado a la vez, en nuestros programas aprendemos a medir los indicadores clave para ver si nuestra estrategia y nuestras tácticas están funcionando y qué palancas tocar en cada caso.
Mejorar el margen, para ello he de aumentar el precio medio al que vendo y/o disminuir el precio medio al que compro. La gestión de precios y de compras son dos áreas clave que trabajar para conseguir este objetivo.
Para mejorar el ROI, tengo que conseguir mejorar la relación beneficio-inversión, para ello he de mejorar el margen, y disminuir la inversión, en la consecución de este objetivo es clave además de lo anterior una adecuada gestión del almacén.
Nuestro ROI no dependerá únicamente del margen y las existencias, pues también influirán los costes fijos y las inversiones en inmovilizado, por ello he de conseguir la eficiencia de nuestro equipo, ajustando muy bien la plantilla a las necesidades reales, y ser muy selectivo en las inversiones, haciendo únicamente aquellas que me provoquen un retorno que justifiquen la inversión.
Para conseguir estos objetivos es fundamental que nuestra propuesta de valor sea ganadora, y para ello necesitamos una estrategia adecuada.
Además, para implantar esta estrategia hemos de gestionar adecuadamente a nuestro equipo humano, pues serán finalmente las personas las responsables del éxito o el fracaso de la ejecución de nuestra estrategia.